En marzo saldrá un set de zapadas ineditas de los estudios donde grababa Jimi Hendrix.
Stephen Stills aun se acuerda de aquel día. Fue a fines de 1969 cuando visitó la Record Plant en Nueva York para un día de diversión musical junto a su amigo Jimi Hendrix. Hendrix se prendía en todas, en un momento agarró un bajo para acompañar a Stills en una versión alegre de «Woodstock», de Joni Mitchell. Stills se fue electrizado. «Verlo tocar era como ver al mejor atleta de la historia, como ver a Muhammad Ali», dice. «Me enseñó a parar de pensar y dejar que las cosas se den.»
Esa versión de «Woodstock» aparece en Both Sides of the Sky (sale el 9 de marzo), un disco de grabaciones de estudio desconocidas que hizo Hendrix en los últimos dos años de su vida, mientras apilaba cintas que planeaba editar después de resolver una disputa con una discográfica. Es el último LP en una trilogía que empezó con Valleys of Neptune, de 2010, tras el acuerdo logrado por Sony con la hermana de Hendrix, Janie, para editar su música.
Both Sides of the Sky está cargado de blues y capturando la diversión que describe Stills: hay una enérgica «Mannish Boy», en la que Hendrix canta con un falsete mientras toca una guitarra principal feroz; durante «Lover Man», uno de sus preferidos en los recitales, se lanza espontáneamente al tema de Batman. «Cuando todo se caía, él empezaba a tocar el tema de Batman o de Peter Gunn», dice Eddie Kramer, ingeniero de Hendrix, quien trabajó en el proyecto. «Quería que fuera algo liviano.» Kramer destaca «Cherokee Mist», un instrumental salvaje de siete minutos con Hendrix en la guitarra y el sitar. «Suena como si una bestia se hubiera vuelto loca en el estudio», dice Kramer. Al recorrer las canciones, Kramer recordó la alegría de trabajar con Hendrix, quien mezclaba sus propias pistas mientras Kramer se movía por todo el tablero bajando y subiendo otros instrumentos al mismo tiempo. «Después de bajarlos todos, nos caíamos al piso de la risa.»
¿Es ésta la última palabra en cuanto al trabajo de estudio de Hendrix? «Es difícil decirlo», dice el coproductor John McDermott. «Con Jimi, siempre hay esperanza de que aparezcan otras cintas que sean geniales. Le encantaba grabar y crear.»