En una charla larga, tendida y descontracturada, llegó el momento de hablar con una música bahiense. Su vida ligada a la música, su evolución musical, el feminismo en los escenarios y las composiciones en pandemia, fueron algunos de los temas tocados a lo largo de la entrevista.

 

Tomás Correa

@toomicorrea

 

 

Son las 17:00 y el zoom (que ya forma parte de nuestras vidas) da inicio a lo que será una charla de cerca de media hora de duración. Con una sonrisa y buena onda, Lucía Tacchetti saluda y bromea sobre el funcionamiento de la plataforma: “no andaba el micrófono, a veces tiene errores que no conocemos esto”.

Con pocos, pero intensos, años de trayectoria, la cantante bahiense ha logrado asentarse en el circuito musical argentino, y viene de presentar su disco “ELETÉ” en Niceto, en un streaming con una buena convocatoria.

Los últimos años han sido en crecimiento y con gran intensidad para Lucía, es por eso que la pandemia “al principio fue raro para todos, pero los primeros días y las semanas después de que nos cancelaron el Lolla fueron cómo vacaciones. Venía de un año muy intenso y me lo tomé medio de descanso, para relajar la cabeza. Al principio estaba como en otro estado, pero cuando fue pasando el tiempo”. “Nunca me detuve mucho, siempre seguí haciendo cosas. En un momento retomé el disco y lo tuve que terminar así. Tenía la esperanza de volver al estudio, pero era imposible” siguió contando en relación al contexto que todes vivimos.

Obviamente, la montaña rusa emocional que atravesó a cada persona del mundo no fue ajena para la cantante: “En uno de los anuncios me pegó re mal porque me di cuenta todo lo que iba a seguir esta situación” aclaró. Pero eso no detuvo la inspiración y las ganas de seguir trabajando, ya que siguió “con todas esas emociones, pero muy activa. Dentro de mi casa pude hacer muchas cosas: componer, terminar el disco. Después salir a grabar los videoclips, o el remix con Javier Amena, que capaz no hubiese sucedido”.

En medio de la vorágine que protagonizó este 2020, salió “ELETÉ”, un nuevo disco de estudio para Lucía. Sobre ello, señaló que “teníamos todo grabado, estaba casi terminado. Lo que pasa es que la última parte de la mezcla en un disco como el mío es re importante, porque vamos trabajando sobre los detalles finales de la producción” “Lo que surgió fue que en cuarentena hice el cover de ‘El mató a un policía motorizado’ y eso terminó quedando. También aparecieron “Creer en nada” y “Todo está donde lo dejé”, que no eran parte del disco. Pasar de sacarlo en marzo a hacerlo en septiembre fueron muchos meses”.

“Me puse a componer canciones con la idea de que si había alguna que me guste más, entre al disco. Eso si lo grabamos a distancia, y fue tedioso porque lo fuimos escuchando por zoom y todo, y pierde la vibra del estudio. Lo mismo que no tenes los parlantes del estudio, ni la acústica, ni la concentración”

Pero, hay ciertas emociones y energías que se pierden en el trabajo de hommestudio. “Capaz un día me levanté a full para trabajar y capaz no pudimos conectar. Eso me dio un poco de pena, pero entendimos que había que hacerlo así y después pudimos disfrutarlo cuando estaba terminado”.

La presentación del disco fue en Niceto, una hermosa sala de Capital, con una historia bastante rica para la cultura musical Argentina. Al igual que todo lo que hemos visto en los últimos 9 meses, el show se transmitió vía streaming, algo que para Lucía fue “súper raro tocar para una cámara, pero fue mucho mejor de lo que pensé que iba a ser. Esperaba una experiencia más fría o rara, pero hubo muchos factores que ayudaron: el primero fue hacerlo desde el lugar, estar parada ahí en el escenario. Después hacerlo en vivo real, porque tenes esos diez minutos de antes del show, de cambiarte rápido, maquillarte rápido, y eso ayuda a que tengas esa vibración de que no podes hacer la toma muchas veces. Si bien muchos son grabados, salen de una toma en vivo, me gustó hacerlo en vivo real porque tuvo la vibra que necesitaba”.

Si bien el vivo con público tiene muchísimos factores que resultan irremplazables, la cantante destacó que “me encantó que lo pudo ver mi familia desde Bahía, amigas que viven afuera, otra que vive en Neuquén, que nunca pudieron ver un show mío en Capital. Si llevo a Bahía el show no es el mismo, es parecido porque los costos no dan, o más cosas. Me gustó brindar el show para todos”.

Con esto, la incertidumbre del futuro de los shows radica en si existe la posibilidad de comenzar a pensar en formatos mixtos a la hora de tocar. Sobre ello, Lucía señaló: “Dudo que se vaya todo este conocimiento que estamos todos incorporando, lo profesional que esta todo, en Niceto ayudó que estaba preparados muy profesionalmente, y eso hace que salga todo bien. No creo que ese aprendizaje quede en la nada y desaparezcan estos servicios, supongo que será una mezcla de estos dos universos”.

Es algo común de estas columnas intentar ahondar más allá de la actualidad musical, e ir más a los comienzos de la carrera artística. “De chiquita siempre le tuve mucha curiosidad a la música, y atribuyo el piano a que iba a la casa de mis abuelos y había uno ahí. Fue mi primer amor, era el instrumento que veía y el que me llamaba la atención. De los 10 a los 13/14 estudié en el conservatorio y después fui con profesores particulares porque quería tocar las canciones que me gustaban” comenzó Lucía su relato, pero enfocándose en la música ligada más a lo instrumental.

Eso significa que aún nos faltaba conocer su etapa compositiva, que no es menos para una cantautora de su presente. “Componer no estaba en mis planes, me parecía algo muy lejano y complejo, hasta que me mudé a Capital y me di cuenta que tenía muchas cosas que sacar de adentro. Empecé a escribir en papel y de repente me encontré poniéndole música a esas letras” continuó, y agregó que “hace 5 años más o menos que compongo. Después con el tiempo me fui encontrando más con la producción, y los sintetizadores, la electrónica. Ahora no me encuentro con otra forma de componer que no sea con todos los instrumentos que tengo”.

Si vamos al principio de su carrera musical, nos encontraremos con canciones más acústicas, estilo “Me gusta” o “Cómo soy”, pero si ahondamos más en el proceso compositivo que la llevó hasta lo que es hoy en día, vemos una transformación que culmina en un pop electrónico. “Lo atribuyo un poco a que este era el lugar al que tenía que llegar, y el camino me fue mostrando diferentes partes. Cómo que si queres hacer música tenes que grabar de esta manera, sacar un disco o sacar simples, fui aprendiendo todo sobre la marcha” “Muchas cosas fueron surgiendo de que no tenía la preparación suficiente, y cuando me fui encontrando en esta carrera más formada, porque hace tres años más o menos que me dedico 100% a la música, empecé a pensar quien quiero ser y a donde quiero ir” explicó al ser consultada sobre dicha transformación. También destacó que “creo que todo es parte de ese camino, si escucho ahora lo anterior no me gusta mucho, pero entiendo que estoy acá gracias a esas canciones, entonces las agradezco de la manera que son. Pero me cuesta porque elegí un camino tan diferente porque no tienen nada que ver a lo que hago ahora”.

“Empecé a viajar y hacer giras y me encontraba con que tenía que hacer shows sola, y no me gustaba encontrarme con un instrumento acústico solo. Entonces empecé con una loopera y una maquinita de ritmos, y después cuando empecé a encontrar lo que me gustaba, no me podía encontrar con lo anterior. La vida en Capital también tuvo que ver”

Tal como se viene aclarando desde esta columna, tiene como premisa respetar la ley de paridad al momento de entrevistar artistas. Pero, también, busca saber si ven desde su mirada el cumplimiento de la paridad en los escenarios, y cómo se refleja el feminismo arriba de los mismos: “Creo que hay muchas mejoras y cambios, yo no llegué a vivir tanto de antes, entonces me pasa que por ahí ya me sentía muy cómoda en esto. Pero creo que mejoró mucho, pero todavía hay mucho por hacer. Estaría buenísimo encontrar a las mujeres también en roles cómo sonido o iluminación, que en esas áreas si hay más cantidad de hombres todavía. Me parece que arriba de los escenarios ya está muy cerca de la igualdad, hay muchas mujeres haciendo mucha fuerza y ruido para que suceda”.

“Esto no es que recién empieza, pero lleva tiempo y un camino, y espero que llegue un momento que no sea un tema que haya que plantearse, en el que no se necesite una Ley, sino que sea natural. Creo que vamos en camino a lograr eso” agregó sobre la consulta.

Al principio de la columna, señalé la importancia del crecimiento que fue logrando en pocos años en su carrera, tanto desde lo compositivo y a nivel producción, como también en los festivales o escenarios que le tocó pisar en el último tiempo. Sobre ello, Lucía contó que “es muy extraño, uno trabaja siempre para esos sueños, pero cuando se te dan es cómo que te pones muy contento y decís ‘me lo merezco’, pero también es una locura. Recuerdo cada día de esos importantes como una final, lo festejo de una manera increíble porque son sueños cumplidos, como haber salido en Rolling Stone. Son pequeños puntos que ayudan a seguir adelante, esta es una carrera dónde todo el tiempo queres tirar la toalla, y está bueno que existan esas pequeñas zanahorias para seguir avanzando”.

La entrevista va llegando al final, y queda, entre otras cosas, conocer los planes que tiene la cantante a futuro. Con optimismo sobre la finalización de la pandemia del COVID-19, indicó que “el plan se viajar el año que viene si se puede, teníamos gira por México y España este año, y queremos que se haga, porque tenemos un disco nuevo que queremos tocar. Pero si sigue así, seguiré grabando cosas nuevas, porque es la forma que tenemos de acercamiento con el público, y no quisiera dejar de lado eso. Me encanta componer y producir, así que seguramente en breve haya alguna canción nueva mía”.

De igual manera, no quiso precipitarse sobre canciones en el corto plazo, ya que “le quiero dar tiempo al disco, no quiero que la ansiedad me gane. A veces en el afán de sacar todo el tiempo cosas vamos dejando atrás trabajo que costó mucho y te da mucho orgullo, y medio que lo tapas sin querer”.

Como final, respondió la consulta típica de cada columna e intentó buscar una palabra, una frase, una canción o algo que represente su carrera musical desde el momento cero hasta el día de hoy. Para Lucía, la define la “perseverancia, 100%. Es lo único que me mantiene viendo algunas cosas, como que si tiras la toalla es difícil. La perseverancia de levantarte todos los días y seguir es la clave”.

De esta manera, llegamos al final de una nueva edición. En tiempos donde las noticias a veces nos golpean, espero que pueda servirles para descontracturar y distraerse del contexto que, aún, nos toca atravesar. De igual forma, espero que disfruten tanto leer esta entrevista, como yo disfruté escribirla y hacerla. Nos vemos en quince días (si, son 14, pero queda lindo igual el número 15).

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