La discografía del rock nacional recibe uno de los trabajos más esperados para el  2016. BRINDANDO POR NADA, el disco de estudio número once de LAS PELOTAS llega a las bateas de todo el país   confirmando la vigencia y calidad musical  de una de las bandas más representativas del rock nacional.

BRINDANDO  POR NADA representa a la banda musicalmente en su estado más puro. Nuevas ideas convertidas en música nueva completan  11 canciones  cuidadosamente  elegidas, producidas e interpretadas con indiscutible calidad artística y técnica. LAS PELOTAS alcanza en este disco uno de sus mejores momentos artísticos mostrándonos el natural espíritu superador del arte que ejercen.

Desde Olavarriarock.com nos pusimos en contacto con Gabriela Martinez,  compositora,  encargada del bajo y los coros dentro de Las Pelotas. Con 23 años dentro de la banda se ha convertido en una voz autorizada para hablar del presente del grupo, del reciente disco  BRINDANDO POR NADA y de lo que está por venir en materias de recitales.

 

O.R.: Son días de mucho trabajo, de recorrer varios kilómetros. ¿Cómo se vivís este tiempo de giras donde están presentando el nuevo disco?

G.M.:  “…volvimos anoche de una vuelta larga, la verdad es que estoy muy contenta por la repercusión que tiene el disco, la respuesta que tenemos es muy buena y se disfruta un montón. Seguir yirando por el país en este momento es algo muy difícil porque los costos son altos, a la gente se le dificulta comprar entradas y la verdad es que es un honor poder seguir haciéndolo. No muchas bandas pueden hacerlo actualmente, por eso estoy muy feliz de poder seguir dando vueltas por nuestro país y presentando un disco nuevo…”.

O.R.: ¿Cuesta abstraerse de esta situación difícil a la que hacés referencia?

G.M.: “…la verdad es que al subirse al escenario, por suerte, pasa a otro plano. Somos conscientes y por eso agradecidos de seguir yirando. Los costos han subido muchísimo y hace muy dificultoso todo, porque son muchos los kilómetros que uno recorre se hace complejo. A todos los lugares que podemos,  exceptuando alguna cuestión de tamaño de escenario que puede limitarnos, tratamos siempre de llevar el show completo con toda la técnica y pantallas, animaciones y demás cosas. Si vamos a hacerlo que sea siempre lo mejor posible….”.

O.R.: ¿Cómo fue el proceso el grabación del nuevo disco? Seguramente con los años ya tienen incorporados una metodología de trabajo.

G.M.: “…todo nuestro proceso de armado del disco nos ha llevado un tiempo importante. Tal vez por esto  que hablábamos recién, uno no puede para de tocar hoy en día para hacer  un disco. Antes, por ahí, podías parar y te tiraban unos mangos de adelanto. Hoy, ya hace un tiempo,  es imposible. Volviendo a lo que te decía al principio el proceso se hace más largo porque uno está de gira y no siempre puede parar 15 días  e irse a Córdoba a componer como nos gusta hacer a nosotros. En cuanto al trabajo, tenemos  una forma que nos gusta y en  la que nos sentimos muy cómodos. Es ir encerrarnos en el estudio una semana, no más que eso porque es muy intenso lo que hacemos. Estamos al pie de una montaña donde nada te distrae, muy metidos en la música, la montaña y nosotros nada más. Es muy momento muy especial, muy intenso. Nos levantamos y al rato entramos al estudio y llega la madrugada y seguimos en el estudio. Cada uno tira ideas, trabajamos mucho grupalmente y eso, para mí, hace que el resultado sea súper interesante porque somos 6 cabezas con gustos distintos, con miradas diferentes. Al mismo tiempo hace que el proceso sea lento porque lógicamente hay que ponerse de acuerdo y escuchar las propuestas de todos.  Es así que vamos tomando cosas que nos gustan, momentos sonoros, letras que se nos vienen a la cabeza y de ahí se va a armando un tema. Yo siempre digo que es mágico el momento en que aparece un tema, muchas veces empezamos con un acorde que tira uno y otro viene y aporta lo suyo y cuando querés acordar tenés una canción y es algo maravilloso…”.

O.R.: Imagino que con los años compartidos han generado una amistad y que esa relación les brinda ciertas licencias para trabajar de la manera que describís.

G.M.: “…siempre decimos que conocernos tantos nos ayuda mucho. Ya interpretamos la mirada del otro y sabemos lo que quiere decir  con todos los beneficios de la confianza. Somos muy libres de decir esto es una porquería (risas) y el otro asiente tenés razón. Podemos largar cosas sin preocupaciones, tratamos de aportar  todos algo bueno y  ver que sale. Los años y la confianza nos dan la libertad de poder plantear, entre nosotros,  esto no va y que el otro lo entienda o por el contrario decir esto está buenísimo. Otra cosa que sucede es que nos intercambiamos instrumentos. Muchas veces Gustavo agarra la guitarra, otro se sienta en la batería es un poco la libertad que nos da la confianza. Son cosas maravillosas que surgen por tocar juntos desde hace tanto tiempo y  por la amistad que formamos. Imagínate que salimos de gira y exceptuando alguna hora puntual compartimos todo el tiempo en el micro, en camarines, almuerzos, cenas  y lógicamente el show. Compartimos  mucho, en una parte, se parece a una familia pero full time. Acá cuando trabajamos estamos juntos y cuando no, estamos en un micro para viajar. De hecho en una de las últimas giras volvimos todos engripados. Se enfermó uno y contagió al resto. Es mucho tiempo en un lugar cerrado. De definitivamente eso genera química entre nosotros…”.

O.R.: Después de un proceso de composición y grabación donde escuchaste infinidad de veces cada canción. ¿Tomás un poco de distancia del disco en cuestión?

G.M.: “…hay épocas o  momentos en que te saturaste y justo salió el disco de Bowie y pasa a estar puesto en mi reproductor todo el día. De todas maneras, en el auto tengo siempre el disco y es un lugar donde me gusta escucharlo y siempre vuelvo al disco. Hace unos días escuché “Despierta” y dije ¡cuánto hace que no lo escucho!  Uno toma distancia, en un punto, del disco pero es muy bueno reencontrarse y te volvés a emocionar …”

O.R.: Esté próximo sábado están tocando en Tandil, una ciudad con la que tenés cierto vínculo.

G.M.: “… Tandil es una ciudad que me gusta mucho, es un muy linda, es un lugar bastante mágico. Es la ciudad donde nació mi madre  y  me trae lindos recuerdos. No es un lugar donde vayamos muy seguido, por esto que charlábamos hoy sobre los costos. Por eso espero que aquellos que disfrutan del rock estén este sábado para acompañarnos. Nosotros estamos con muchas ganas de tocar allá…”.

O.R.: ¿Qué nos podés adelantar sobre el show?

G.M.: “…Vamos a estar tocando el disco, casi en su totalidad, y por supuesto vamos a hacer un repaso por la historia de la banda donde sonaran nuestros clásicos. Hemos ido creciendo en el vivo, el tocar tanto te afianza  sonoramente hablando. Uno sortea tantas dificultades muchas veces técnicas y personales, como una simple gripe que te agarró en plena gira, y al conocernos tanto en el grupo con solo mirarnos ya sabemos para donde salir frente a un momento de duda. Todo esto hace que la banda esté muy afianzada y se refleja en el show lógicamente…”.

O.R.: Hace 23 años que estás con Las Pelotas. ¿Te imaginabas esto  cuando te sumaste al grupo?

G.M.: “…Llevo 23 años con Las Pelotas, entré en abril del ´93. Hago música desde muy temprana edad y siempre quise esto. Ahora la verdad no lo imaginaba, soy una agradecida de la vida que me ha tocado, me encanta lo que hago, le dedico muchísimo tiempo, esfuerzo y cariño…”.

O.R.: ¿Cómo fue aquella experiencia de probarte para el grupo?

G.M.: “…Creo que era un poco inconsciente, desde ese lugar lo viví,  y eso hizo que no tuviera presión. También es cierto que me presentaba para una prueba en Las Pelotas, pero recién tenía un disco la banda, no era masiva y no lo fue por muchos años. Recuerdo haberlos ido a ver con mis amigos, una vez, tocaron a las 4 de la mañana. Cuando llegamos al lugar estaba cerrado. Había un peso por estar probándome pero te reitero que no era muy consciente de lo que estaba haciendo y donde me estaba metiendo. Y una vez adentro fueron muchos años de sacrificio. No creas que fue color de rosas. Yo en un momento trabajaba en una oficina para pagarme el alquiler y tuve que decidir dedicarme a la música y  prácticamente subsistía, pero prefería eso antes que seguir en la oficina porque era un sufrimiento…”.

O.R.: ¿Por qué creés que tuvieron que pelearla tanto?.

G.M.: “…al principio no se escuchaba un tema de Las Pelotas en la radio ni por casualidad. También es cierto que en los comienzos de la banda transitábamos  un momento muy distinto de la industria. Para sonar en las radios tenías que tener el respaldo de un sello. Creo que nuestro momento bisagra ocurre con Esperando el milagro porque Será  se transformó en un hit´s que eligió la gente, recuerdo que prendía la radio en esa época y que todo el mundo pedía  Será para escuchar y eso generó que estuvieran un poco obligados a pasarnos. Yo creo que ese  es un momento de cambio  para la banda. Mucha gente empezó a escuchar Las Pelotas y había mucho material para atrás que los medios no habían pasado…”.

O.R.: Tienen un público fiel que los sigue desde hace años y es muy común en cada show ver muchos adolescentes que se suman. ¿Qué te genera eso?.

G.M.: “…Para mí, eso es algo que me llena de orgullo. Vienen abuelos con sus nietos, eso me flashea. Más allá de padres e hijos que es algo que hace tiempo vemos. Me pasa de ver 3 generaciones de una familia en un  show y me llena de orgullo. En el show de Neuquén yo veía desde el escenario a un tipo grande más de 60 años cantando  las canciones, las nuevas y  las viejas, al lado de él había niños y la verdad es muy loco me encanta…”.

 

LAS PELOTAS se presenta en Tandil este próximo sábado 28 de Mayo, a las 20 Hs. En Club Unión y Progreso (Quintana 450)

 

Esta entrevista fue grabada  en los estudios de Radio Universidad 90.1, es por esto que agradecemos a su coordinador Sebastian Lindner y en su nombre a quienes allí trabajan.

 

 

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