Hace un año exactamente Olavarría estaba… convulsionada. Felíz, en el centro de todos los medios del país; miles de personas se acercaban a nuestra ciudad recorriendo muchísimos kilómetros para ver al artista más convocante de nuestra historia.
Por esos días, la fisonomía de la capital del cemento cambió completamente. Con decirles que la tradicional “vuelta al perro”, como le decimos en el interior a la clásica vuelta a la plaza, se trasladó a la intersección de las Av. Nicolás Avellaneda y Av. Coronel Pringles donde está ubicado el predio La Colmena.
Los horas previas fueron agitadas. La ciudad se repartía entre quienes apoyaban la idea de permitir que La Misa se desarrollara en nuestra ciudad; y aquellos que, con ciertos prejuicios y haciendo una suerte de «futurología», apostaban a que la cosa iba a salir mal.
Recuerdo aquellos días de mucho frenesí, tanta alegría invadía mi ser que no podía hablar de otra cosa. Como medio de comunicación conseguíamos, después de mucho tiempo, estar acreditados para contar en palabras lo que aconteciera en el show y reflejar en imágenes esa fiesta tan esperada.

Por motivos que todos conocen, nuestra crónica nunca se publicó y de todas las fotos que teníamos solo publicamos algunas. Nuestra web colapsó, nuestra fanpage estaba cargada de cientos de mensajes de familiares que, desde distintos puntos del país, se comunicaban para preguntar si teníamos datos de sus hijos/as, sobrinas/os, esposas/os, hermanos/as, tíos/as amigos/as.
Nos llevó un par de minutos entender que por ahí venía nuestra función en esta ocasión. A las 3am aprox (ya del domingo) nos fuimos para el Hospital Municipal Héctor Cura para tener acceso a la lista de internados y de aquellos que habían sido dados de alta. Luego procedimos a publicarlas para que de esta manera la gente, que estaba angustiada y sin noticias, pudiera al menos tener alguna información si es que sus familiares figuraban en esas listas.
Así como les conté anteriormente que la ciudad estaba dividida entre quienes querían que el show se realice y quienes no. Debo también decirles que la población de Olavarría se unió para colaborar en lo que pudiera, entendió que había que darles la mejor estadía a estos miles de visitantes, que en muchos casos se perdieron porque sus colectivos/combis retornaron sin ellos.

Creo que les debo, con mis compañeros de trabajo, algunas de las imágenes que en aquel momento no pudimos publicar. Puede que algunas ya las conozcan, otras no. De alguna manera les pertenecen a ustedes que vinieron a celebrar la música recorriendo miles de kilómetros en algunos casos.
Agradecidos por tenerlos de lectores les mandamos un fuerte abrazo y ojalá se encuentren en algunas de estas fotografías.
Por último, nuestro recuerdo para Javier León y Juan Francisco Bulacio, dos personas que asistieron a lo que se sería una verdadera fiesta y lamentablemente no regresaron a sus hogares. Nuestro abrazo a sus familiares y amigos.

Galería de imágenes:

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Ph. Nico Cortina.

 

 

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