En un extenso diálogo con integrantes de Olavarría Rock, el cantante y líder de la banda azuleña “Bargus” habló del nuevo disco, su presente musical y los sueños que tiene a futuro.
Tomás Correa
Gonzalo Cabri
Bargus, banda azuleña, sacó semanas atrás “Con cinta y alambre”, su primer disco de estudio. En ese contexto, Lucas Flores dialogó con integrantes de Olavarría Rock en una entrevista íntima y dinámica. En la extensa entrevista, el cantante contó sensaciones sobre el disco, sobre el presente de la banda, los sueños a futuro, y reflexiones personales sobre su vida, y más. Los, las y les invitamos a acompañarnos en esta bella charla.
Gonza: ¿Cómo están con el tema de sacar un primer disco?
– La verdad que muy contentos, es algo que hace tiempo teníamos ganas y no se daba la oportunidad. A la gente le gustó, y aparte es un gusto que nos dimos todos.
Tomi: ¿Cómo surge el nombre del disco?
– Primero cada uno dijo el nombre que sentía, pero quedó “Con cinta y alambre” porque la mayoría de las veces no tenemos muchos recursos para armar un disco, o para armar otras cosas, o viajar cada vez que tocamos. Siempre lo vamos arreglando con lo que podemos, o buscamos la manera de hacerlo sin muchos recursos, siempre buscándole la vuelta. Mientras que uno tenga ganas de hacerlo, le damos para adelante. Si no se puede con esto, buscamos otro, o si sale mal lo emparchamos, más o menos viene por ahí el disco. Nosotros en realidad íbamos a grabar un EP de 3 temas, y cuando nos metimos a grabar decidimos hacer el disco. Nos pareció que el nombre estaba bien, porque así hacemos las cosas nosotros.
Gonza: Decís que el nombre es una suerte de improvisar ante la adversidad, pero para ser un primer disco suena muy coherente y maduro ¿Cómo fue el proceso de armar un disco así?
– Nosotros de arranque siempre tuvimos la idea de grabarlo, porque éramos una banda que no nos podías escuchar más que en vivo, pero no nos sentíamos preparados para grabar. Quisimos tomarnos nuestros tiempo para sacarle todo el jugo de cada músico, cada tema tenía su estructura y queríamos sacarle el máximo potencial de cada canción. Para hacer eso, no teníamos que apurarnos, ni nada.
Tomi: Llevan un tiempo tocando en Azul y lograron forjar un nombre en una región que es rica musicalmente, y ahora metieron los apellidos Maddio y Chiodi en un primer disco ¿Cómo sienten el apoyo y la ayuda de familias con una historia tan rica en Azul?
– El apellido Chiodi es una referencia en la música azuleña y la zona, porque tanto en Olavarría, acá y en Tandil hay músicos muy buenos. Nos ayudó mucho Tomi que se encargó de muchas cosas, le decíamos lo que queríamos y él empezaba a cranear todo lo que queríamos hacer. Estuvo buenísimo porque ellos ya conocen el ambiente y están mucho más cancheros para encarar estos proyectos, y así que muy contento por eso. Cuando se dio lo de Facu también, porque el que toca la trompeta siempre con nosotros está en Tandil y por la pandemia no podía llegar, y desde que volvió Facu le comentamos la idea y siempre estuvo para darnos una mano. Más allá de lo musical siempre fue un amigo que cada vez que tocamos y él estaba acá siempre toco, lo mismo que pasó con vos Tomi, eso para nosotros fue tener muchas ideas y pudimos meter a todas. Que amigos de la música te den una mano para eso es un montón, porque te tomas el gusto tuyo y haces parte a tus amigos de algo que trabajaste mucho.
Gonza: Sacaron un disco en pandemia, lo que es todo un desafío, no solo por lo que comentas vos, sino también para juntarse, y ustedes lo lograron muy bien ¿Están pensando presentar algo?
– Si, claro que cada vez que sacas un disco queres tocar en vivo. Con todo esto de las restricciones, de la pandemia, es muy difícil. Si cuando se pueda hacer un buen show, primero para presentar el disco y después porque hace más de dos años que no tocamos. Es una vuelta que todas las bandas quieren hacer. En un principio pensamos en hacer algo en streaming, pero estar con gente y todo es otra cosa, a nosotros nos gusta más eso.
Gonza: ¿Cómo te sentís vos y cómo se sintió el equipo en un estudio? ¿En que ambiente se sienten más cómodos?
– A mi me gustó todo. íbamos todos por separado, pero yo acompañé a cada uno de los chicos a grabar, para hacerles la parte psicológica de que le salga lo que pedía la canción. Pasar horas dentro del estudio está muy bueno, pero en el vivo estás con los tuyos, te dan otra energía. Si pongo en la balanza las dos, a mi me gusta más el vivo. La primera vez que grabamos los temas estaba super nervioso, no me aflojaba la voz, nada, pero ahora que ya los conocía tanto a Chima como a Tomi me dieron una soltura que antes no tenía.
Tomi: Vayamos un poco para atrás a tus principios ¿Cómo surge la idea de hacer música y empezar a componer? ¿En qué momento haces el quiebre de empezar a formar un nombre?
– Todo empezó porque yo tocaba canciones de fogón en la guitarra, y mi primo se compró una batería y nos empezamos a juntar a zapar. En un momento él invitó a un bajista, y fue todo bien. Empezamos a armar algo más serio, y buscando más gente, yo siempre quise tocar con vientos, y necesitábamos un violero más. Gonza lo tenía al Tonga para el bajo, y él tenía un amigo que tocaba la guitarra, y a Guido le escribí por Facebook porque siempre veía que tocaba, y se copó. Ahí hicimos una canción que fue “Vacío”, y cuando la armamos nos dimos cuenta que podía llegar a funcionar. Necesitábamos una fecha de debut y fue un 8 de febrero en el barrio con un par de bandas amigas más, creo que hicimos cinco canciones, pero siempre con la idea de hacer lo nuestro. A mi me gusta componer y en ese momento tenía mis canciones, aunque eran más básicas, pero siempre la idea fue hacer lo nuestro con un sonido bien nuestro.
Tomi: Hay algo simbólico que se ve al comienzo del disco con “Los míos”, una especie de sentido de pertenencia que te define, de defender a los propios y seguir ideales ¿Cómo sentís el poder expresarte en tus convicciones en las canciones?
– Los míos trata un poco de eso, del círculo que nos hacemos nosotros de imponer y compartir nuestra música desde el lado más humilde. Hay gente que cuando creces te quiere quitar lo tuyo o separarte de eso, y no está bueno. Decidimos que abra con esa canción el disco, y a la hora de componer necesitábamos un tema así, y yo me lo puse a armar y siempre me llevó desde la melodía por ahí. Yo estoy muy contento de saber que a los chicos también la representa, y que la tocan con mucho sentido de pertenencia.
Tomi: Hace un rato hablábamos de grabar ¿Cómo pudiste usar el contexto de pandemia para componer? ¿Los temas del disco son pre-pandemia?
– Particularmente este disco ya tenía todas las canciones, ya las habíamos tocado en vivo, pero no teníamos el material en estudio, solo grabaciones de ensayo, entonces no me encontré en que tenía que escribir para el disco. Sí me encontré escribiendo cosas nuevas que ya están tomando forma, pero por el tema restricciones no podemos ensayar y demás. He reflexionado mucho estando encerrado, y he tenido mucho más tiempo para componer.
Tomi: Tienen diferentes influencias musicales y eso se ve plasmado en el disco. ¿Qué referencias tenés al momento de componer?
– Sí. Fue todo muy versátil. Cada uno tiene su gusto y tratamos de sacarle todo el jugo a esa variedad. Por ejemplo, “Retorcido” es un guiño a Royal Blood. Nos metimos ahí y más o menos salió. Esa fue la influencia para ese tema en particular. Para el resto teníamos la idea de hacer algo más tranqui, algún tema más funk. Siempre con la base de rock pero con detalles de otros géneros. Metíamos un cachito de cada género y ahí íbamos armando. Va variando, porque el disco no es que lleva un sólo camino, ni un sólo sonido. Son canciones muy variadas. “Nubes”, por ejemplo, es súper tranquilo y después te vas a “Retorcido” que es más pesado. No es que sigue una línea.
Tomi: Para futuros discos, ¿la idea es hacer algo más lineal o seguir con este método de trabajo?
– Sí, cuanto más mantengamos nuestra esencia, mejor. Por ahí, en algún momento, se puede experimentar un disco más lineal. Estaría bárbaro. Depende de cómo encaremos nuevos discos. Eso se va dando.
Tomi: ¿Tenés algún sueño con la banda?
– Sí, obvio. Particularmente, yo soy muy soñador. Empiezo a tocar y me hago el vídeo de toda la gente saltando en cámara lenta. Después están los lugares cumbre, como Cosquín Rock. A mi me gustaría tocar en Obras, es una cosa increíble ese lugar. O el Luna Park, que lo veo como más místico, más como la consagración. Llenar un Obras sería un sueño. Respecto a compartir escenario con bandas, eso también se va dando. Hay muchas bandas que me gustan, soy muy abierto en ese sentido. Cuando nos hicimos la idea de que había amigos que podían participar en la grabación de nuestro primer disco, eso fue una experiencia única. Imaginate si se puede tocar con bandas que seguimos de pendejos. Sería una locura.
Gonza: ¿Qué representa Bargus para vos?
– Bargus fue sacarme el miedo a muchas cosas. Siempre lo repito: fue un antes y un después. Yo, particularmente, sufría de ansiedad. Todas mis canciones las tocaba encerrado en mi cuarto para mí sólo. No sabes cómo el resto iba a tomar tus canciones, tus letras, y eso te da vergüenza. Pero Bargus me dio esa libertad. Encarar un proyecto fue como decir “bueno, vamos a salir para adelante. No podes estar todo el tiempo con tus miedos”. “Estar en Casa”, uno de los temas del disco, habla de eso. Salir de la zona de confort y encarar los problemas. La ansiedad para mi es un obstáculo que me inquieta mucho, pero me focalicé en Bargus y la banda me sacó de todo eso a la hora de subirme al escenario, cantar, interactuar con gente. Me generó mucha inquietud y nerviosismo, pero sabiendo que lo hacía por un bien mío, como encarar el miedo. Si te molesta o le tenes miedo a algo, en lugar de retraerte, encaralo y que se vaya. Convivir con eso. Eso fue Bargus para mí.
Gonza: ¿Cómo ves a Bargus de acá en adelante?
– Bien. Siempre trato de ponerme objetivos por año. El primero, como banda, cuando no nos conocía nadie, fue ir a tocar en un “Azul Rock”. Cuando lo logramos, el segundo objetivo fue salir a tocar afuera y estuvimos en Olavarría, en Tandil, también Buenos Aires. Ahora a buscar otras alternativas para encarar lo que queda. De hecho, nos llegó un llamado para hacer una session de 2 temas en Romaphonic. Un sueño. Además de que es un gran estudio. Ahora el 7 de agosto vamos y tenemos la idea de hacer dos temas inéditos. Estaría bueno para que haya más canciones, complementando las ocho canciones del disco. Cuando pase todo esto, obviamente que saldremos a tocar en Azul y otros lados. Lo importante es que ahora tenemos material para mostrar que antes no lo teníamos. Podemos mostrarnos y encarar más por ahí.
Tomi: ¿Tenés alguna palabra, frase o canción que defina lo que fueron estos años de carrera musical?
– Sí,“Talismán” es una. Hay muchos temas que hablan de lo interno, lo que yo siento. Pero “Talismán” se lo dediqué a una prima que estaba mal. Tiene una frase que dice “después del fondo siempre hay que subir”. Es como cuando estás muy mal, tenés que sacar la garra y encarar lo que venga. Pueden aparecer cosas negativas, yo lo veo desde el punto de la ansiedad y otras personas desde otras circunstancias que le tocan vivir. La vida siempre te pega. Te da y te quita. Lo importante es levantarse y encararlo con actitud. Para mí, esa frase representa mucho seguir encarando lo que viene, con ganas de cumplir objetivos y sueños. Creo que es la que más referencia hace a la banda.
Gonza: Es cada vez menos usual la cultura del disco, ¿por qué apostaron por hacer uno?
– Lo tuvimos en cuenta porque eran nuestros primeros temas. Había mucha gente que nos venía pidiendo un disco, pero no nos sentíamos preparados para encararlo. Ahora se dio. En realidad, teníamos la idea de sacar un tema por mes, como se usa ahora. Pero decidimos sacarlo entero y tener algo para decir “esto somos nosotros”. A partir de este punto es probable que trabajemos más singles, con mucha difusión audiovisual. Pero la idea era sacar el disco entero.
Gonza: Si viajaras en el tiempo, ¿qué consejos le darías a los Bargus del 2016?
– Que compren dólares (risas). No, les diría que inviertan mucho tiempo para hacer lo que les gusta. Que sigan así. Que salgan del encierro que hay un montón de cosas para hacer y renovar. Y que ensayen mucho, pero mucho. Que le dediquen tiempo a la música, que a mí me encanta. Y que dejen de colgar en muchos puntos. Pasa que tener una banda es como tener una novia. Es un grupo de personas que cada una tiene su pensamiento. Pero les diría que le metan para adelante siempre.