El sábado a la noche, Ciro y los persas ( Juan Manuel Gigena Abalos y Rodrigo Pérez en guitarras, Nicolás Rafetta en teclados, Lulo Isod en batería y Broder Bastos en bajo) redondearon una celebración del rock, de casi 240 minutos, con una entrega y una calidad de producción que fueron respondidas por casi 30 mil personas.
Ademas del excelente repertorio, la escena en show fue digna destacar. Contaron con una impactante pantalla cubriendo todo el escenario que permitió seguir cada detalle del gran show. Se pudo disfrutar de los videos de Los Persas y el despliegue del recital. También la proyección de imágenes tomadas mientras el público llegaba al estadio. Todo un ritual de banderas y fans mostrando sus entradas en los accesos y en la espera dentro del campo.
Ciro y sus musicos hicieron sonar alrededor de 33 canciones con casi 4 hs de show, las cuales pasaron por toda su trayectoria Tan solo, Los mocosos, Babilonia y Cruel -por elección popular-; los tiempos en que todo lo veían desde la cima, en Taxi boy y El farolito; los días de ritual piojoso, en Langostas, Ruleta, Canción de cuna –con dedicatoria para las mamás-, Genius y la tremenda versión de Como Alí, que hizo temblar a Caballito. Todo, atravesado por el presente más (27) o menos (Espejos) próximo de Vas a bailar, Banda de garage, con su pequeño hijo Ale en una segunda batería, Insisto, Mírenla, la emocionante Héroes de Malvinas, Astros, la interminable Noche de hoy, nunca más acorde a la situación- y L.V.R.. A la par de Zapatos de gamuza azul, You Gotta Move y una simpática versión de Hola Don Pepito, hola Don José.
El recital contó con invitados: su viejo compañero Miguel «Micky» Rodríguez (cantante de La Que Faltaba), y sus hijas Katja y Manuela volvieron a acompañar al ex cantante de Los Piojos.
La noche terminó con el Himno Nacional en armónica, dedicado a los Veteranos de guerra de Malvinas.
«Muchísimas gracias por venir, gracias por volver a los estadios»., finalizo Ciro.