Charlamos con Claudio Quartero fundador de «La Saga de Sayweke», en este diálogo nos brinda detalles sobre el 12112450_10204829525046739_3291775505541970508_npresente de su banda. Define su proyecto musical como algo no muy requerido por los medios, fuera del sistema comercial y que busca hacer sentir sensaciones al oyentes, únicamente, a través de la música. El bajista de Los Fakires, banda que acompaña a Skay desde hace años, nos cuenta sobre el trabajo junto al histórico guitarrista de los redondos. Además el hijo de la Negra Poli, manager de Patricio Rey y sus Redondidos de Ricota, recuerda en primera persona la frustrada presentación de los Redondos en Olavarría en el año 1997.

 

O.R.: ¿Cómo definís tu proyecto musical?
C.Q.: «…El tipo de música que hacemos no es una música comercial, que sea muy requerida por los medios ni por la gente. Porque es una música que se va abriendo paso. Por más que hace años que recreamos este tipo de música, en nuestro País, no tiene la misma trascendencia y penetración que otros tipos de música. Así que por eso estoy muy agradecido por esta oportunidad de poder contarte a vos, a tus oyentes y lectores un poco de lo que hacemos.
Es un tipo de música de vanguardia, que trata de hacer sentir en el oyente a través del sonido de la mezcla de tonos y de estructuras tonales, sensaciones, cosas que pueden llegar a sentirse también al ver una buena película, leer un hermoso libro, una historia, un buen momento, es como tratar de llegar al otro por intermedio de la música, puramente de la música, porque nuestra propuesta es instrumental…».
O.R.: Sí, desde 2004 han optado por ello.
C.Q.: «…Siempre en la carrera, después de 21 años, había espacios muy amplios de música, pero después de cierto tiempo me di cuenta que la letra para mí era una necesidad de acortar el espacio de comunicación entre nosotros y el público. Después, uno va tomando herramientas y aprendiendo a tocar un poco mejor y a conocer los instrumentos y meterse de lleno en la comunicación pura y exclusivamente musical, va dejando de lado la letra. Prácticamente ya no necesitamos, para conmover, un estribillo fuerte o con palabras que acortan los caminos. Así que, estamos transitando un muy buen pasaje donde -como te decía- las herramientas y el conocimiento de los instrumentos son el vínculo hacia donde vamos. Todo nos ayuda muchísimo a que en cada recital o cada disco que estamos proponiendo lleguemos a los objetivos que buscamos, que son poder conmover sin necesidad de la palabra…».
O.R.: Es un gran desafío. Incluso, en función de lo que al receptor le llega (la música sin la voz). La gente acompaña, más allá que uno desde afuera puede pensar que el campo de llegada tiene ciertos límites. Esta forma de componer les abre puertas porque LA SAGA tiene una gran cantidad de shows.
C.Q: «…Yo creo que es un conjunto de cosas, no solamente el hecho artístico sino también una inteligente manera de manejarnos, que nos permite abrir ciertas puertas que tal vez no tengan mucho que ver con la música, pero si con un orden, con una forma de trabajar que abre algunas puertas. En síntesis, se podría decir que si todos los grupos tocan a las doce de la noche, nosotros somos los que tocamos a las nueve. Corriendo el riesgo que a las nueve no vaya nadie. Porque estás en contradicción con el folclore impuesto en nuestro País. Justamente es abrir el camino y proponer a los dueños de los boliches que nos permitan tocar antes. Eso también nos permite estar fuera del mercado de la competencia, que es realmente muy dura. Para lo que es folclore, nuestras costumbres y el negocio impuesto en la Argentina es lo principal para el desarrollo, no hay otra cosa. Lo artístico ha quedado relegado desde hace unos años y no es tan importante como un grupo que toque a la hora adecuada, con la gente adecuada, los estribillos adecuados, que tenga la imagen adecuada y eso ya no es mas música, ni un hecho artístico: sino un producto. Si reúne todo eso, es posible que termine en los programas que son formadores de opinión, con gente que se dedica a eso. Un canal como Quiero o CM o MTV no son realmente lugares donde se conozca lo que es realmente el arte, se conocen productos. Entonces, ¿donde queda el arte? En el under, lejos de las necesidades de venta. La Saga tiene muchísimas presentaciones porque a los dueños de los lugares, de los boliches, de los bares o los Teatros se les abre una posibilidad no solamente de vender cerveza a las 12, sino que a las 9, horario que tuvieron cerrado por muchos años, entonces nosotros, con esto que les proponemos, abren un rato antes y hacen un vuelto. Con ese criterio comercial, mezclado con la parte artística da este resultado, estas pequeñas puertas que se abren y van acumulando horas de vuelo. Es un grupo que por mes toca promedio entre 3 y 6 veces, cosa muy difícil en el mercado. Un grupo para tocar tiene que pagar un aviso en un diario (estamos hablando de unos 7 mil pesos), una pauta radial en una radio importante (estamos hablando de entre 6 y 10 mil pesos). ¿Cómo hace para recuperar? Entonces tienen menos capacidad de juego y son los grupos que se presentan cada 2 ó 3 meses. En cambio nosotros no hacemos promociones de ese tipo y va el que de a poco se fue enterando que existimos, o por las redes sociales que permiten que uno pueda mostrarse un poco. Porque tampoco es la panacea o la solución en contraposición a lo que es el mercadeo, pero ayuda…».

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O.R.: Cómo están los trabajos de cara al sucesor de lo que fue el LP MAPUCHE que sacaron en 2013?
C.Q.: «…Muy bien. En el caso de «MAPUCHE y en el caso de «PRIMER HOMBRE» ha sido accidentado desde un punto de vista. Por suerte no desde lo artístico porque justamente no es un grupo que se extrañe, o que una discográfica nos esté obligando a que para tal fecha esté realizado el trabajo. Lo hacemos a nuestros tiempos que es bastante rápido de por sí, por eso es el noveno disco de la historia del grupo, más seis en vivo, todos editados, o sea que es muchísimo el material que tenemos. Decía es un poco accidentado porque a veces hay cosas que nosotros queremos apurar, en las que queremos participar y nos ha agarrado a mitad de camino. Por ejemplo en el caso de «Mapuche» que es un disco que luego de terminado contó con 12 temas pero que justo se abrió la posibilidad de tocar en Londres, Ámsterdan y París, lugares impensados para un grupo tan pequeño, pero tan grande artísticamente porque la propuesta es lo que nos lleva a que esas puertas se abriesen. Fuimos invitados para estar y el disco estaba en proceso y llegamos solo a tener 4 temas editados, mezclados como para poder presentarlo. Así que se hizo una tirada de esos 4 temas y eso fue lo que se llevó a esos lugares. Así que podemos decir que en Europa está «Mapuche» a la mitad  y en el caso de «Primer hombre» ocurrió algo muy parecido. Hay un sello que es itinerario, en Manhattan, «Espectrum», tienen un lugar ahí mismo, y por medio de ese sello arman una movida donde tocan grupos de vanguardia y propuestas no populares y ahí enganchamos nosotros. Se dio la posibilidad de estar en Manhattan, y ahora, el 28 de noviembre, volveremos a estar invitados por este sello que abarca un montón de otros artistas, que vienen de todas partes del mundo. También vamos a llevar nuestro material que está a medio cocinar. Hay seis temas terminados de lo que será el próximo disco, ya fuera de PRIMER HOMBRE, material para el próximo disco, por eso nos estamos apurando en estos últimos días y de ahí viene toda esta seguidilla de tocar porque para nosotros es muy importante el ensayo, pero también la presentación en vivo, para ver la reacción que vamos generando…».
O.R.: Van a quedar ahí en seis temas o cabe la posibilidad de incorporar algo más para lo que se viene?
C.Q.: «…Yo no creo que lleguemos, lo que va a pasar ahora el 28 de noviembre va a contar con la presentación de éstos seis temas. Se hace una tirada menor, solamente como para cubrir el área de éste evento. Después al ser itinerantes, sé que van a ir a Brooklyin (nosotros no vamos a poder estar porque todo tiene que ver mucho con una cuestión económica y de tiempos) Yo tengo mi otro grupo que también me lleva tiempo. Para colmo también es la presentación del otro disco! Para ese momento va a estar el disco en la calle, osea que vamos a tener también que hacer una seguidilla de recitales donde apoyar ese trabajo, así que no me permite seguir el itinerario de todas esas presentaciones que va a hacer el Festival de Espectrum, pero bueno, vamos a estar en una que va a ser muy importante para nosotros…».

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OR.:¿Cómo es ese momento de sentarse, de componer, de juntarse con Leandro? Caen con cosas separadas y se juntan? ¿Cómo es el proceso?
C.Q.: «…El proceso es sencillo, quien realmente hace las canciones soy yo en lo que respecta a instrumentos con altura. La llegada de Leandro al grupo le da una tecnicidad muy importante, un orden, el instrumento que él maneja, la batería, es el instrumento que matemáticamente dá los tiempos y realmente el aporte que él le dá es fundamental, porque ordena toda una cuestión de capas de sonido que yo tengo en el mate desde muy chico por haber mamado mucha música de muchos estilos. Eso me permite pensar una canción que podría tocar un acordeón, una cítara, un violín y todo ese tipo de arreglos dentro de mi cabeza forma la estructura de lo que luego va a ser la canción. Todo eso mezclado con una recreación constante de lo que fue mi formación desde pequeño hasta la adolescencia. En eso me valgo mucho de lo que el maestro Rocambole siempre dice: somos lo que fuimos en nuestra adolescencia y a partir de ahí lo único que hacemos es recrear y realmente muchas veces me pongo a pensar que ciertas melodías que me suenan en la cabeza en realidad no las inventé ahora, estuvieron resonando todo el tiempo desde mi infancia y hasta mi adolescencia. Osea que es un reservorio constante. Hacer la práctica de retroceder en el tiempo, en mi memoria, para encontrar siempre la solución en la búsqueda de esas melodías, más el aporte de Leandro de poder organizarlo desde su instrumento es una pata fundamental en la compaginacion de la canción. Ese conjunto está dando una creación muy libre y al no estar regida por las necesidades del mercado no necesita pasar 4 ó 5 veces por un estribillo para que tenga rotación intensiva en los medios, es realmente música creada a la necesidad interna…».
O.R: Es Arte en su máxima pureza, no tiene la necesidad de salir a captar oyentes.
C.Q.: «…Exacto, esa es la base primordial. No salir con la necesidad de gustar. Uno es eso y se toma o no se toma. No hay ninguna necesidad porque justamente es un grupo que aprendió después de tantos años a manejarse con poco, las necesidades no son las de otros: tener que gustar, estar en los medios, cumplir ciertos tiempos, o cierto perfil. al desembarazarse de todo eso, lo que queda es únicamente las ganas de hacer canciones, salir y tocarlas…»
O.R.: Como convive el artista de La Saga y el artista que va con Los Fakires, con Skay en cada presentación?
C.Q.: «…Se lleva bien porque casualmente en el caso de Skay y los Fakires esto mismo que sucede con La Saga se toma como experiencia y se aplica en un porcentaje. Cosa que tal vez en otras oportunidades no se hubiese podido dar. Toda la experiencia de la Saga es volcada, tamizada, elegida para después terminar parte en lo que es el material que tocamos con Skay y eso se nota mucho en ciertas canciones que si bien tienen un tono más entrador, más comercial, más entendible, siempre atrás tiene un trabajo muy lustrado, muy cuidado, de lo que es la armonía. Uno puede escuchar canciones como por ejemplo Fez, donde hay toda una impronta arabesca y tiene el gancho necesario para que pueda ser pasado todo el día en una radio y no desentonar, pero que sin embargo hay toda una percusión con instrumentos que realmente son traídos de Fez en un viaje que hizo el flaco y me tomé el trabajo de conocer para poder tocarlos y terminaron en la propia canción. Igualmente en la estructura de la canción  tiene seis pasajes, cuando el pop comercial con dos está bien y respecto a las letras, ninguna tiene un enclave histórico, político, social, no necesitamos hablar de violaciones, o palabras, o frases fuertes para estar meses en los medios. Las letras del flaco son letras sentidas que acompañan muy bien a la música. Yo como músico sé que la letra acompaña a la música. Tal vez la gente tenga otra lectura y piense que la música acompaña a la letra, es libre la interpretación, en mi caso yo como músico lo veo así, la letra acompaña a la música, es un instrumento más…».
O.R.: ¿Cómo es la reacción de aquella persona que se acerca, que te conoce a través de Los Fakires y de repente sabe que tenés una fecha con La Saga y quiere ir a verte ?
C.Q.: «…Se acercan. Lógicamente es el trabajo de años. Vivimos en una sociedad que no puede dejar de lado la pavada y a su vez también es un poco trágico ser el hijo de Carmen Barbieri y por eso te abren las puertas y tal vez sos un sopenco, no tengas nada que decir, nada que mostrar, pero el solo título de ser «hijo de…» te abre las puertas. Es una gran lucha que tienen los que somos hijos de alguien que ha hecho algo…».
O.R.: A título personal creo que en tu caso lo has llevado muy bien, fíjate que desde el 93 que estás con el proyecto de La Saga, que sigue, que crece, y que hay un reconocimiento por parte de la gente. No de los medios que van netamente a lo comercial, pero sí en el grupo al que va dirigido.
C.Q: Justamente es la lucha que lleva tiempo porque, diste en el clavo, los medios son los que buscan eso, sí , los medios necesitan cada vez más sangre. Si hasta hace unos años uno veía una noticia que era horrible saber, que había robos, muertes, hoy no alcanza con la mención o el número estadístico, que ya debería ser suficiente para que hagamos algo como sociedad, ahora necesitamos ver la sangre, chorrea la sangre en cada una de las notas y la apuesta se sigue multiplicando exponencialmente. En el caso artístico ocurre lo mismo, recién estaba mirando un video de una tal Lali no se qué, y es impresionante, impresionantemente una porquería pero tiene acceso porque el padre es tal y la madre es tal. Y eso es lo que realmente ha dinamitado lo que es la posibilidad de que un Don Nadie tenga cosas para decir y para hacer. Yo prefiero tomar ese espacio, por eso, a través del tiempo, se ha forjado la forma de relación que yo tengo con la gente. La Saga es un grupo que está creciendo y aprendiendo a hacer cosas, pero con éstas premisas, no hay otras, si hubiese querido ya estaría en el podio de los triunfadores haciendo un cóver de «ji ji ji» o sacándome fotos al lado de mi familia. El otro día me hicieron una nota para Vórterix, para Mala Mía, hay un bloque que hacen los lunes, Familia de Rock creo que se llama, y me pidieron fotos con mi madre de chico y sabes que no tenía. No hay fotos. Y me pidieron fotos con mi familia, con el Indio, con Sky, con Rocambole, con gente que han estado desde mi infancia, desde que era un bebé y no tengo fotos, así que toda la nota ha sido editada con fotos de Internet, de gente que ha subido…».

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O.R: Has estado con gente muy importante en momentos clave y lo has naturalizado y lo seguís naturalizando, eso hace que no tengas necesidad de sacar chapa tampoco.
C.Q.: «…Hay otro dato que es muy demostrativo de lo que estamos charlando. A ningún recital de La Saga va ninguno de ellos. Ahora el viernes estoy acá en Nivangio, que es un lugar abierto desde el propio seno de Rocambole, un lugar de cultura, donde se hacen exposiciones y el padrino es Rocambole. Bueno, cuando yo toco él no va. Yo siempre digo, bueno, toca La Saga y me preguntan ¿Va a ir alguno? Y no, no, ya aviso, los que quieran ir a ver a las figuritas como le decimos nosotros, los tíos, no vengan porque se van a decepcionar, no tocan ni invitados, no tocan en los discos, no están cerca, no van a venir a sacarse fotos, no van a firmar autógrafos y no van a estar esa noche. No vengan eh, quédense en su casa o vengan a escuchar música si les gusta, si no les gusta vayan a ver a otros pero no hay ningún otro artilugio llamador. Es un poco la lucha y la acumulación de cosas que he elegido hacer para mi vida…»
O.R: Apelo a tu memoria, estamos en Olavarría, lugar donde Los Redondos en su momento no pudieron tocar y dieron su primera conferencia, fue el 16 de agosto del 97 (se cumplió el aniversario hace muy poco) qué recuerdo te queda de esa fecha?
C.Q: «…Y tengo mucha memoria porque en realidad, como vos sabrás, yo hacía la producción y recuerdo haber estado 15 días antes, trabajando en el Estadio de Estudiantes…».
O.R.: ¿Y en esos 15 días previos nada hacía prever el desenlace?
C.Q.: «…Sí, recuerdo que había ciertas cosas de parte del Intendente. Esperaba que la sociedad de Olavarría le haga un guiño para quienes estaban impulsando la posibilidad de que el grupo llegue a la ciudad. Recuerdo también muchas reuniones con la Policía pero más que nada con Eseverri, recuerdo que hubo un hecho pintoresco, de haber cortado los árboles para que los pájaros de la plaza que estaban frente a la Municipalidad no lleguen porque hacían mucho ruido. Osea, recuerdo eso y me doy cuenta que ya no iba a poder darse ese recital, ya con ese dato ya me daba cuenta que no iba a poder ser. Recuerdo que era una sociedad muy ligada a ciertas familias importantes del lugar y que esperaban ansiosamente la palabra de éstas familias, ver qué podían decir y creo que la popularidad en ese momento, como en tantos otros momentos de Los Redondos jugó en contra porque justamente fue el comienzo de que los medios necesitaban sangre, sangre comprada, porque yo recuerdo que en ese momento venía de ver un cumpleaños de la Ciudad de La Plata, un 19 de diciembre creo, donde habían estado grupos folclóricos en Plaza Moreno y recuerdo el incendio de tres coches y tres kioscos de revistas en los alrededores y gente lastimada y sin embargo eso en ningún medio salió. Se tapaban esas cosas como actualmente debe estar sucediendo lo mismo. Hay ciertos hechos la sociedad, los medios no quieren verlos, duele saber que en realidad es una sociedad enferma en todo lugar. En aquel momento, para mí fue el comienzo de desaznarme que las cosas iban por ahí, fue el comienzo de la caída. Así que tengo un recuerdo un poco nefasto de Olavarría…».
O.R.: Esperemos que te traiga, en un futuro, algún recuerdo mejor y que te podamos ver con La Saga por estos lugares.
C.Q.: «…Ojalá podamos alguna vez ir a tocar y a mostrar un poco lo que estamos haciendo. Con La Saga no hay ningún problema de tocar ya que el número no mueve ni hiere susceptibilidades a nadie, 100 o 150 personas no es nada, es el cien por ciento de nada para todos. Y con Skay hay que pensar que de aquella época nosotros con Skay y los Fakires estamos moviendo el uno o  uno y medio por ciento y que es un número manejable, no es coto de caza para ningún político ni ningún medio. Por ahora nos podemos manejar muy bien, porque podemos decirle no a periodistas que no nos interesan por sus editoriales, o su forma de ver las cosas y sin embargo no se sienten ofendidos. El problema va a venir cuando movamos más o tomemos la decisión de pasar a números que sí puedan llegar a ofender a esta casta de patricios encumbrados y ahí sí entonces nos veremos nuevamente en alguna conferencia de prensa por Crónica (risas)…».

«La Saga de Sayweke» ha confirmado las siguientes presentaciones:

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Fotos: Facebook  Claudio Quartero.

Agradecimientos: Radio Universidad FM 90.1.

Florencia Caro.

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