Tarde gris y fresca en el barrio de Palermo. El sol, entendiendo su rol en el mes de agosto, se aleja sereno dando paso a la oscuridad que acompaña el tendido eléctrico de la avenida Córdoba. Fitz Roy, a su costado, corta la caótica armonía de un miércoles coyunturalmente furioso. A fin a su posicionamiento como epicentro de la juventud de porteña, ambas calles lucen colapsadas y en total consonancia con KIF birrería, donde con total amabilidad, se organiza la rueda de prensa de Bersuit Vergarabat.

Cuadernos, grabadores, cámaras y filmadoras giran por alrededor del bar. Daniel Suárez sonríe a la cámara, mientras que Germán «Cóndor» Sbarbati abraza a quienes lo acabaron de interrogar periodísticamente. Pasan Alberto «Tito» Verenzuela riendo junto a Carlos Martín. Atrás, casi entendiendo el juego al que fue llamado, Juan Subirá toma un sorbo de cerveza, sonríe y se entrega a la luz titilante del grabador.

– Olavarría Rock: Este año están festejando los 30 años de la banda, lanzamiento de canciones nuevas, presentación de dos grandes shows en Capital Federal. ¿En qué momento está Bersuit Vergarabat?

– Juan Subirá: «…Bersuit está en un momento lindo. Por el hecho de estar cumpliendo 30 años y porque decidimos festejarlos tocando. Nos encuentra trabajando en la unión interna de la banda, en la regeneración constante del proyecto. Hace 7 años que volvimos, después de que se fue Gustavo Cordera, y sabíamos que nos íbamos a encontrar con un montón de dificultades y de desafíos. Pero estamos muy contentos, logramos muchas cosas, compusimos 3 discos y siempre tuvimos la mirada puesta en lo que va a venir…».

– O.R: Pasaron 30 años del nacimiento de Bersuit Vergarabat. Supongamos que dividimos la historia de la banda en dos partes: Los primeros 15 años y los últimos 15 años. ¿Bersuit fue ayer o Bersuit es hoy?

– J.S: «…Bersuit Vergarabat es todo: desde el momento en que nació e hicimos nuestro primer show, cuando llegamos a España por primera vez, tocamos en festivales, en la cancha de River, y también lo es ahora. Con momento malos, con momentos fantásticos, con grandes éxitos y grandes fracasos. Bersuit es un camino, una historia…».

– O.R: Desde la regeneración de Bersuit Vergarabat hace 7 años -ya sin Gustavo Cordera- han llevado un camino lineal, de pequeños pasos en forma ascendente. Esto podría sonar común pero Bersuit cuenta con el atenuante de haber, en cierta manera, llegado a la consagración musical tiempo atrás con aquel show de River Plate y el posicionamiento como banda referente del rock nacional. ¿Por qué sienten que se dio así? ¿Sabían que ocurriría eso?

– J.S: «…En el momento en que nosotros decimos volver sin Gustavo sabíamos a que nos íbamos a enfrentar y de qué manera. Sabíamos muy bien que iba a haber gente que se iba a acercar e identificar con la banda, y otras que no. El que conocía a Bersuit desde antes, seguramente iba a sentir que faltaba algo, pero nosotros decidimos arriesgarnos a eso. Tuvimos que ser fuertes para poder estar unidos, enfrentar esas circunstancias que se fueron dando. Como banda, entendimos que la única manera de poder demostrar que querés seguir haciendo algo, es haciéndolo. Y acá estamos…».

– O.R: Bersuit, durante su historia, ha sabido posicionarse como una de las bandas contestatarias que más chocaba con la realidad política y social de sus tiempos. Con canciones como «Señor Cobranza» y «Se viene el estallido», cosecharon críticas como también muchas flores, y se han posicionado en un lugar vanguardista. Teniendo en cuenta la actualidad de la banda y del país, ¿Por qué ya no existe por su parte el choque lírico directo con la realidad? ¿Creen que sigue existiendo esa esencia en la banda?

– J.S: «…La esencia del Bersuit siguen siendo totalmente la misma, pero que ese choque directo no se dé, tiene que ver con una cuestión de tiempos. Es decir, el problema es que, en aquel momento que es parecido a este, o hasta tal vez «mejor» en algunos aspectos, se fue generando de una manera más paulatina, a través de los años. Desde los años ’90 con Menem, luego la llegada de De la Rúa y el reviente, fueron casi 12 años de una caída, y ese mensaje se fue gestando paso a paso. Lo que está pasando en la actualidad fue una cosa mucho más vertiginosa, mucho más directa. Veníamos de un gobierno que había logrado un equilibrio, con otra redistribución en muchos aspectos, y que, en tan sólo 3 años y velozmente, hizo que una parte de la sociedad vuelva a quedar fuera del sistema otra vez. Eso genera una diferencia en la dinámica de las canciones y en el contraataque musical. Además, los tiempos cambian y te encontrás con una gran parte de la sociedad identificada con la actualidad, inclusive estando perjudicada. Es un efecto raro, y frente a eso te tenes que parar, entenderlo, analizarlo, y generar el mensaje adecuado de la canción…».

– O.R: Aun así, esas canciones que marcaron un tiempo y un lugar en el pasado, hoy siguen siendo bandera de muchos que no encuentran las palabras para decir…

– J.B: «…Si, claro. El mensaje de nuestras canciones anteriores está, ya se dijo y está incorporado en la gente. Nosotros tocamos «Se viene el estallido», por ejemplo, y la gente sabe a qué nos estamos remitiendo. Habla del pasado, pero también de la actualidad; se resignifica. También, hay que tener cuidado porque el proceso de canción tarda, y a veces hasta quedas como oportunista. Y no se trata de eso, sino de encontrar las palabras, el discurso y que las formas que sean artística y genuina. Es un trabajo largo…».

– O.R: En cuanto a lo musical, lo próximo que se viene son dos shows en Vorterix. ¿Qué podes adelantar respecto a eso?

– J.S: «…Los dos shows en Vorterix (7 y 15 de septiembre) van a ser totalmente distintos. Son shows temáticos, donde abarcamos la historia de la banda en dos partes. No van a ser seccionados de manera temporal, sino que vamos a mecharlos. La particularidad de estos shows es que invitamos a la gente a opinar y votar canciones por las redes sociales. Serán 30 canciones por show, lo más abarcativo de nuestra historia. Y vendrán muchísimos amigos, que nos acompañaron toda la vida, a compartirlo con nosotros…».

Juan toma un sorbo de su bebida, y se ríe. Alguien pasa por atrás, lo palmea, lo abraza de la cabeza y se retira. El ambiente se siente caluroso, ameno y festivo. Juan saluda y muestra que Bersuit Vergarabat es eso: Jolgorio, diversión y, sobretodo, alegría. Lo demuestran a cada paso. Bersuit es todo; Bersuit está más vivo que nunca.

Texto: Martín Parolari.

Fotos: Nico Cortina.

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